Comer
ha sido y es uno de los placeres del hombre. Una dieta sana y equilibrada no
implica suprimir ese placer. La alimentación se debe basar en un consumo
racional de los alimentos, es decir, comer equilibradamente, porque todos los
alimentos son necesarios para conseguir el nivel suficiente de
nutrientes.
Saber más sobre la dieta
equilibrada y qué componentes tiene nos ayudará a identificar si diariamente
tomamos los alimentos apropiados para nuestra salud. ¿Qué son los nutrientes?
El organismo necesita un aporte adecuado de sustancias que le proporcionen energía, estructuras para la construcción de sus órganos, elementos que intervengan en las numerosas reacciones químicas que se dan en nuestras células.
Estas sustancias son
los llamados nutrientes o sustancias nutritivas y todas ellas desempeñan una función específica. En dietética se divide
a los nutrientes en dos grupos: los macronutrientes y los micronutrientes.
Los macronutrientes son llamados así porque el cuerpo
necesita muchas cantidades de ellos. Los hidratos de carbono, las grasas y las
proteínas pertenecen a este grupo.
Los micronutrientes son también necesarios, pero en
cantidades muy pequeñas. Dentro de este grupo se encuentran las vitaminas y los
minerales.
El equilibrio de la dieta
Llevar una dieta
adecuada no sólo es importante para obtener la energía que nuestro cuerpo
necesita para seguir funcionando. También es vital para mantener alejadas un
gran número de enfermedades y disfrutar durante muchos años una buena calidad
de vida.
La alimentación es la base sobre la que se sustenta la buena salud. Una
alimentación de calidad se refleja en nuestro estado de ánimo, en nuestra piel,
en nuestra fuerza para afrontar cada jornada. Por eso, es importante que cada
día consumamos un 'combustible' equilibrado y de calidad.
Dieta y salud
Durante los últimos
años es la tendencia a considerar las patologías más frecuentes (obesidad,
hipertensión, diabetes...) como distintas caras de una misma moneda: un estilo
de vida inadecuado que incluye una mala alimentación, sedentarismo y hábitos
nocivos (tabaco, etc.).
Existen situaciones especiales, como los problemas cardiovasculares, la
diabetes, el cáncer, etc, en los que, para cada uno de ellos, una correcta
alimentación es fundamental.
Además, hay que tener en cuenta que en las diferentes etapas del
crecimiento, el hombre tiene que adaptar su dieta a las necesidades de su
organismo. En la infancia se necesitan una cantidad de calorías distintas de
las necesarias en la edad adulta o en la vejez.
TIPS PARA UNA VIDA MAS SANA
Todos te
dicen que debes llevar un estilo de
vida mejor,
pero no sabes cómo hacerlo ni conoces las razones para lograrlo. Encuentra aquí
unos consejos que te ayudarán a conseguir una vida saludable.
v Un vaso
de zumo de naranja diario, al menos, para aumentar al
doble o más el hierro en el cuerpo.
v Espolvorear
con canela el café: Verter media cucharadita de
canela en esa bebida una vez al día mantiene bajo el colesterol y
estables los niveles de azúcar en la sangre.
v Cambiar
el blanco por el marrón: El pan integral tiene casi
cuatro veces más fibra, tres veces más zinc y casi dos veces el hierro que el pan blanco. Además,
los que comen pan blanco aumentan medio centímetro por año, dicen
investigadores.
v Mastique
los vegetales más tiempo. Esto aumenta la cantidad
de químicos anticancerígenos liberados en el cuerpo, según dice el Institute of
Food Research. El masticar libera sinigrina. Y cuanto menos se cocinen, mejor
efecto preventivo tienen.
v Adoptar
la regla del 80% y dejar 20% de la comida que iba a ingerir en el plato.
v El
futuro es la naranja. Reduce el riesgo de cáncer de pulmón.
Quienes las comen habitualmente tienen 30% menos posibilidad de contraer la
enfermedad.
v Disfrute
de una taza de té. El
té común contiene menos niveles de antioxidantes que el té verde, y
beber sólo una taza diaria de esta infusión disminuye el riesgo de enfermedades
coronarias. Científicos israelíes también hallaron que beber té aumenta las posibilidades
de sobrevivir, después de sufrir un ataque al corazón.
v Póngale
tomate al sándwich. O tenga un vaso de jugo de tomate a mano, o
póngale salsa a las tostadas. Una porción de tomate por día baja el riesgo de
enfermedad coronaria un 30%, según científicos de Harvard Medical School.
v Reorganice
la nevera. Las verduras en cualquier lugar de su nevera pierden sustancias
nutritivas, porque la luz artificial del equipo destruye los flavenoides que
combaten el cáncer que tiene todo vegetal.
v Coma
como pajarito. La semilla de girasol y las semillas de sésamo en las ensaladas
y cereales son nutrientes y antioxidantes. Y comer nueces entre horas reduce el riesgo de diabetes.
v Comer
chocolate. Dos barras por semana extienden un año la vida. El amargo es
fuente de hierro, magnesio y potasio.
v Pensar
positivamente: La gente optimista puede vivir hasta 12 años más que los
pesimistas, que contraen gripes y resfriados más fácilmente.
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